IDEAS Y ESCRITURA

¿Dónde comienza una película? Muchos se apurarán a decir que empieza en el primer segundo después de que se apagaron las luces y la película empezó a correr. Si bien la respuesta no es equivocada, en este caso, nuestra pregunta apunta al comienzo del proceso productivo, a la realización, es decir , a saber ¿cuál es el momento en dónde se comienza a hacer una película?

Existen muchas maneras de comenzar un proyecto. En CINEZAP entendemos al cine como un arte, como un medio de expresión y comunicación. Y también, como una herramienta de trabajo extraordinaria para los docentes. El cine en nuestras aulas es un medio para muchas cosas y en este módulo vamos a abordarlo desde una perspectiva comunicacional.

Como en todo proceso de comunicación existe un momento, más o menos consciente, donde sentimos las necesidad, o simplemente las ganas, de contarle algo a alguien. Cuando ese deseo de contar, además, decidimos hacerlo a través de imágenes y sonidos, será ese preciso instante, el comienzo de una película.

Las ideas

Diremos, entonces, que la primera instancia de producción de una película es la creación de ideas. Una idea es una representación mental que puede estar vinculada al mundo real o a uno imaginario. Nace en nuestra cabeza y deberá atravesar distintas instancias de trabajo de maduración y desarrollo hasta convertirse en una idea cinematográfica. Por eso dentro de esta misma etapa incluimos la generación de ideas y también de escritura.

Volcar una idea al papel es un proceso más complejo y difícil de lo que imaginamos a priori. Pero es en esa dificultad donde reside la riqueza y donde
como docentes podemos trabajar con las alumnas y los alumnos. Es importante concentrar el esfuerzo de trabajo en este primer proceso ya que como dicen en el cine… “las excusas … no se filman”… Hay que ser previsores. Escribir y revisar.

La escritura para cine

Cuando escribimos una idea, en realidad, lo que hacemos es transcribir una representación mental a un lenguaje específico, el escrito. Y así como en el mundo de la imaginación todo es posible y, prácticamente, no existen leyes ni obligaciones, todo lo contrario sucede en el mundo del lenguaje escrito, donde inmediatamente aparecen formas y reglas que nos condicionan, limitan y formatean: oraciones, puntuaciones, nexos y conectores, ortografía, unidades de sentido, tonos, estructuras discursivas, etc. Es decir, sintaxis y semántica se hacen presentes rápidamente, no por capricho, sino porque es necesario que esa idea que en nuestra cabeza resulta tan clara y contundente, lo sea también, para otro al que se la comunicaremos.

Aunque hay que advertir que no solamente escribimos para que otro entienda, sino que también lo hacemos para nosotros mismos. Cuando nos enfrentamos a la escritura también nos enfrentamos a nuestra propia idea. Es durante ese proceso donde la pondremos a prueba, descubriendo nuevas posibilidades para potenciarla, mejorarla o adaptarla. A su vez, las ideas nos llegan inconclusas, por lo tanto, será durante la escritura donde podremos advertir dónde falta desarrollo o articulación. Y, asimismo, nos servirá para darnos cuenta de que algunas cosas no funcionan tan bien como creíamos y podrían modificarse o pensarse de otra manera.

En definitiva… escribir es una forma de pensar una idea. Y si bien es más complejo de lo que parece, también existen distintas herramientas y etapas que
ayudan a escribir y desarrollar nuestras ideas de a poco, con pasos cortos pero firmes. Hay que tener paciencia y saber que desde que se nos ocurre una idea en la cabeza hasta que llegamos a un guión listo para ser filmado, con una trama completa, acciones, personajes, diálogos, etc., primero hay que atravesar distintas etapas de trabajo. Lo importante es emprender ese camino siempre dispuestos a corregir, a volver a leer lo escrito, a repensar y a seguir escribiendo hasta que quedemos conformes.

A continuación nombramos algunas instancias importantes de escritura, para recorrer en orden:

  • IDEAS y DISPARADORES: Es la primera etapa y consiste en la producción de ideas para una película. Dado que no siempre las ideas vienen solas, existen disparadores y métodos para ayudarnos a imaginar.
  • STORYLINE Y SINOPSIS: Se trata de las primeras transcripciones de nuestras ideas a un papel, en forma de sintética, narraciones que nos permiten una primera, y muy breve, estructuración narrativa.
  • ESCALETA y TRATAMIENTO: Son los pasos intermedios de desarrollo del relato que se utilizan entre la sinopsis y el guión literario. En estas etapas se desarrolla el argumento, el conflicto, los personajes, y se empieza a dividir en escenas la historia. Todavía no se profundiza tan meticulosamente en las acciones de cada escena y no se escriben diálogos de personajes.
  • GUIÓN LITERARIO: Es la etapa final del proceso de escritura. Dividido por escenas, desarrolla todo el argumento de la película y posee toda la información necesaria tanto de imagen como de sonido, así como acciones y diálogos de los personajes.

APUNTE ESCOLAR

La etapa de generación de ideas y de escritura es una de las instancias más ricas para trabajar dentro del aula. Por un lado, porque cuando partimos de disparadores que generan entusiasmo en los y las estudiantes, resulta una oportunidad muy propicia para conocer y trabajar a partir de sus ideas, sus puntos de vista, sus problemáticas, etc. Es decir, nos permite conocer más a cada estudiante y, a la vez, nos permite abordar el trabajo en el plano del contenido. Pero luego, surgirá un desafío importante para ellos y ellas a la hora de plantearse plasmar esas ideas en una hoja. Este proceso siempre resulta dificultoso. Aún para los guionistas profesionales reviste complejidad. Es un proceso que requiere un acompañamiento de cercanía por parte del equipo docente, además de paciencia y tiempo para que cada estudiante pueda desarrollar su propio trayecto.

Las trabas

Cuando existen estudiantes con dificultades de lectura y escritura, suelen manifestarse problemas para poder generar una transcripción escrita de sus ideas. La contradicción que surge entre una idea que puede ser muy interesante, inteligente y motivadora cuando se golpea con la imposibilidad de su escritura, suele generar un sentimiento de frustración grande, situación que debe abordarse con mucho cuidado por parte del equipo docente pero, además, podrá ser una posibilidad muy provechosa de enseñanza y aprendizaje.

Esto no quiere decir que haya que dejar pasar todo por alto sino, en todo caso, cada docente deberá evaluar en qué instancias de los procesos deberá generar aprendizaje y conocimiento que le sirvan a cada estudiante para superar la imposibilidad y seguir adelante en su propósito de transcripción de ideas.

Escribir ideas, historias, guiones, sin dudas, son oportunidades inmejorables, también, para fortalecer el desarrollo de la escritura. Ideas y escritura van de la mano, aunque esto no puede anteponerse al objetivo primordial en esta instancia: crear una idea audiovisual. Partiendo de este objetivo, es como debe ordenarse el trabajo pedagógico en cada caso.

Algunas estrategias para destrabar

En general las ideas aparecen desordenadas, inconclusas, contradictorias, imperfectas. Darle un orden a esas ideas, algo tan simple como determinar cuál podría ir primero, cual le sigue y cual finaliza, es una forma de marcar una cronología que sirve para organizar un relato escrito. El equipo docente tiene un rol importante en ese trabajo con los y las estudiantes, poder escuchar esas ideas de la manera en que salgan, y trabajarlas de manera coloquial, ayudando a clarificarlas y organizarlas, a determinar de manera conjunta cuáles son las que más interesan y cuáles se pueden descartar y, de esta manera, dejar el camino allanado para la escritura.

El trabajo en parejas, o pequeños grupos de escritura, resulta una muy buena dinámica de trabajo a la hora de enfrentar la aparente “falta de ideas”. Trabajar de a dos o tres contribuye a estimular ideas y generar entusiasmo. Y, también, en los casos donde existen estudiantes que se sientan inseguros con la propia escritura, pueden distribuir esa tarea, o redactar de manera colectiva, encontrando una buena estrategia para avanzar con la redacción, a la vez que utilizan una buena herramienta de aprendizaje en torno a la escritura.

A veces, lo mejor es enemigo de lo bueno. Siempre es preferible tener una idea imperfecta pero escrita, a una idea perfecta pero en la cabeza. Es importante avanzar escribiendo. En este sentido, proponer consignas de escritura que recorten y planteen objetivos concretos, sirve. Por ejemplo, escribir una idea en no más de 5 renglones y no menos de 3, o con un máximo de caracteres, etc.

El constante desarrollo de la escritura

Hay que tener en cuenta que los procesos de escritura de historias y de guiones son procesos en permanente re-escritura. Es importante que estudiantes y docentes siempre lo tengan en cuenta, y que se puedan permitir borrar, tachar, agregar o empezar de nuevo, tantas veces haga falta.

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1 comentario en “Ideas y escritura”

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